¿Cómo afrontaste esta noticia?  ¿Cómo lograste salir adelante?

Esta noticia fue totalmente inesperada, recuerdo como si fuera hoy, cuando el doctor lo dijo, estaba junto a mi esposo, al escucharlo me rodaron lágrimas por las mejillas tratando de asimilar una realidad tan dural poco tiempo reaccioné y junto al doctor empecé a coordinar todo para la operación y prepararme enseguida para lo que venía. Así pasaron 11 meses difíciles con altas y bajas, 2 entradas a quirófano, 16 quimioterapias, 30 radioterapias, muchos exámenes y al mismo tiempo superando las secuelas que se iban presentado durante el tratamiento. 

Logré salir adelante en primer lugar de la mano de Dios, confiada en que lo iba a superar, sumado al apoyo incondicional de mi esposo y mi hijo quienes estuvieron conmigo siempre, sin importar las circunstancias. Y por supuesto mi familia y mis amigos más cercanos, que en medio de momentos tan complicados me hacían sentir inmensamente bendecida con el cariño y apoyo que me dieron durante todos esos meses.

¿Cuáles fueron las lecciones que aprendiste ahora que eres sobreviviente de cáncer?

Una experiencia como esta deja muchas lecciones, para mí la más importante es priorizar mi tiempo para lo que considero valioso: Dios, mi familia y mis amigos. 

Ser agradecido, ser feliz con lo que tienes y ser una persona resiliente, son también lecciones invaluables, y concluiría diciendo que la vida es HOY: valórala !

¿Qué mensaje te gustaría transmitir con este testimonio?

Después de lo vivido el mensaje que me gustaría transmitir es la importancia de examinarse con frecuencia y acudir al médico ante cualquier situación sospechosa, no hay cabida para el miedo, porque si la enfermedad se diagnostica a tiempo, se puede superar. 

Si la vida te lleva a pasar por esto, saca lo mejor de ti para luchar, mantente siempre positivo, rodéate de gente que te apoye y sobre todo aferrarte a tu FE. 

¿Porque iniciaste en bote Dragón? ¿Qué beneficios te ha traído? 

Inicié cuando decidí armar el primer equipo de sobrevivientes de cáncer de seno, estuve desde la primera práctica, aunque sumamente indecisa porque para mí era un enorme desafío, no sabía nadar, le tenía miedo al mar, no había sido deportista y menos pensar en algo tan exigente como el remo. 

El Bote Dragón despertó en mí una Pasión increíble y me ha traído muchos beneficios, me permitió superar miedos, evidenciar que los límites físicos están en la mente, aprender a nadar, nuevas amigas, ser parte de un equipo de mujeres valientes que hablamos el mismo idioma, vivir la adrenalina de las competencias, estar en un podio para recibir medallas como recompensa por arduo trabajo de preparación y representar mi bandera en otro país, a estas alturas de mi vida, no tiene precio. 

En síntesis, me ha demostrado que después del cáncer la vida sigue siendo maravillosa y voy a aprovechar cada minuto.