Si No Tienes Algo Bueno que Decir de una Persona, Mejor No Digas Nada. Su padre era Simón Mong, un inmigrante chino de Shunde Shun san, Guangdong, China, quien se estableció en un poblado del delta del río de Las Perlas y su madre Narcisa (Amuy) Sánchez, nacida en Panamá e hija de un paisano que llegó a finales del siglo XIX durante los trabajos de la construcción del canal por los franceses.
A pesar de que creció en un medio rural y cursó apenas algunos años de educación secundaria, mi padre siempre tuvo presente que la educación era imprescindible para desarrollarse en sociedad.
Se dedicó al comercio y su relación con las personas que le rodeaban era fácil. Amistoso y respetuoso aunque muy directo cuando expresaba sus opiniones, siempre decía que “si no tienes algo bueno que decir de una persona, mejor no dices nada”.