EL ARTE DESCONOCIDO: manejar sabiamente los conflictos confrontar sin ofender. Hace muchísimos años el hijo de Dios ha declarado a la tierra como zona de conflicto. Así que no solo su trabajo o universidad, sino su hogar e iglesia son zonas de conflicto. ¿Sabía usted de que toda ofensa, por más pequeña que sea, tiene el potencial de destruir permanentemente una relación? Un gran porcentaje de gente no sabe como confrontar un conflicto sin dañar sus relaciones más importantes.
En esta edición quiero compartir con usted una mirada bíblica de la realidad de los conflictos, las respuestas más comunes a los conflictos, y el desafío de resolver el conflicto y reconciliarse con la otra parte. Antes de comenzar quiero definir dos términos importantes en este tema:
Conflicto. Desacuerdo, choque o batalla relacionados con principios o puntos de vista opuestos.
Confrontación. El prefijo con– singnifica: “juntos” y la raíz fron– significa “enfrentarse o encontrarse cara a cara”. Así qué, confrontación es el acto de estar juntos, cara a cara para resolver un asunto.
La Realidad de los Conflictos:
- Los conflictos son inevitables, Jesús dijo: “imposible es que no vengan conflictos” Lucas 17:1
- Generalmente requieren que tomemos decisiones al respecto. Por lo menos tenemos que decidir si vamos a confrontar o no el conflicto, dónde y cómo vamos a hacerlo.
- No todos los conflictos son malos. Muchos de los conflictos son oportunidades de sanar relaciones, que de otra manera no se sanarían nunca.
Respuestas comunes a los conflictos:
- Escapar del conflicto. Una confrontación postergada, acrecienta el conflicto y el temor de enfrentarlo. El ejemplo del ejército de Israel, frente al gigante filisteo Goliat. Al principio del conflicto, tuvieron temor, después de unos días, temblaban, después de semanas huían de su presencia (1 Samuel 17:10 y 24).
- Atacar en el conflicto. Esta respuesta cierra corazones, aumenta el resentimiento y las heridas y coloca a la otra persona a la defensiva. Usualmente lleva al enfrentamiento verbal y físico, sus consecuencias son impredecibles (Proverbios 15:1-2).
- Ignorar el conflicto. Es una de las peores respuestas, ya que el presente y el futuro estarán bajo la sombra de los conflictos ignorados y aparecerán en los momentos menos oportunos.
- Buscar la paz en el conflicto. Esta respuesta es la más difícil por el precio que hay que pagar, a veces humillación, pérdidas, injusticia, pero a la larga es la mejor. Generalmente implica perdonar completamente. Alguien dijo que no querer perdonar se asemeja a una persona que toma el veneno y espera que la otra persona muera (Romanos 12:18-19).
La Resolución y reconciliación en los conflictos
- Diferencias entre resolver y reconciliar:
RESOLVER RECONCILIAR Se enfoca en el problema Se enfoca en la persona Busca la respuesta Busca la relación No todo se puede resolver o solucionar Todos podemos buscar reconciliarnos. Resolver implica colocar límites que pueden convertirse en muros que dejan a las personas afuera. Reconciliar significa colocar vallas con puertas que permitirán la entrada cuando consideremos apropiado hacerlo.
Terminando este artículo quiero presentarle a aquel que se dio a sí mismo, que tomó la iniciativa para darnos la posibilidad de reconciliarnos con Dios. El precio que pagó voluntariamente fue la vergüenza pública, el dolor inhumano que sufrió en mano de los verdugos y flageladores ese día en el calvario, cuando desfigurado, escupido, abofeteado y desnudo fue clavado a una cruz. Uno de los profetas dijo: “como oveja fue llevado al matadero, enmudeció y no abrió su boca” Isaías 53:7. Él es el cordero que murió por nuestros pecados y le ofrece hoy no solamente resolver el problema de su pecado, sino, reconciliarlo con Dios por toda la eternidad. Comuníquese con Chung Sir o conmigo, será un honor ayudarle en su conflicto.
Este artículo tiene referencias del libro “Confrontar sin Ofender” de Débora Smith Pegues. Editorial Portavoz.