Dentro de los planes quinquenales del Gobierno Chino está la alimentación, un asunto prioritario y, por tanto, su gran reto es garantizar los suministros de alimentos para cerca de 1,400 millones de habitantes. Dentro de esta estrategia toma gran relevancia garantizar la importación de variados productos de alimentación y bebidas del exterior hacia China.

China tiene el 7% de las tierras cultivables del mundo pero tiene que alimentar alrededor del 20% de la población mundial razón por la cual es también el segundo importador mundial de productos agrícolas.

La superficie cultivable en China no es suficiente para atender el consumo interno. Para solucionar este reto están, entre otras acciones, alquilando y comprando terrenos cultivables así como adquiriendo la producción agroalimentaria de algunos productos por 20 o 30 años en países como Ucrania, Argentina, Brasil, etc. (https://landmatrix.org/). Otra estrategia clave de China es importar alimentos y bebidas de otros países y ahí es donde se encuentra la oportunidad para las empresas internacionales, aquí hay una excelente oportunidad para Panamá.

Estos indicadores nos muestran que existe una valiosa oportunidad para exportar hacia el mercado Chino que no es exclusivo de las grandes corporaciones, y por tanto, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) deben aprovechar y descubrir la gran oportunidad que existe y que es viable hacerlo. Es un seguro de vida a largo plazo para las PYMES tener un porcentaje de exportaciones que ayudará cuando la demanda en los mercados locales caiga. En tiempos de Covid han incluso aumentado la exportación hacia China de productos de alimentación de muchos países como, por ejemplo, de España (https://cincodias.elpais.com/cincodias/2021/03/19/companias/1616164524_323843.html).

¿Por qué tienen miedo o se autolimita o auto descartan la mayoría de los pequeños y medianos empresarios a la hora de exportar a China? Algunas razones son las siguientes:

• Piensan erróneamente que es imprescindible hablar Mandarín o Cantonés mientras que pocos chinos hablan inglés fluidamente. En cambio, las PYMES chinas están haciendo exportaciones exitosas a nivel mundial y en casi todos los sectores sin hablar fluidamente los idiomas locales. Las PYMES chinas llegaron a tener cerca del 70% del total de las exportaciones de China al exterior. Por tanto, el empresario de una PYME no necesita hablar el idioma del país al que quiere exportar lo que necesita es apoyarse en equipos de expertos o firmas consultoras que conozcan sobre todo la cultura de hacer negocios con ciudadanos chinos. El conocer el idioma de tu cliente por supuesto hace más amigable la relación profesional, pero no impide la transacción comercial exitosa.
• También piensan erróneamente que su producción es pequeña, y por tanto, no pueden ir a un mercado tan grande como el gigante asiático. En cambio, China es un mercado muy segmentado donde cada provincia o cada ciudad tiene su ecosistema y, por tanto, hay que evitar ver China como un gigante sino como un mercado donde existen pequeños mercados o nichos donde hay oportunidades para que las PYMES exporten.

Existen varios caminos que están al alcance de los pequeños y medianos empresarios del sector de alimentos y bebidas siendo muy recomendable:

• Utilizar especialistas en la exportación para PYMES (https://www.onexiexie.com) que pueden facilitar el conocimiento del mercado chino, de sus consumidores y de las oportunidades de negocio y, lo más importante, que es ayudar a cerrar los acuerdos.
• Contactar con las Oficinas Comerciales del Gobierno de los distintos países en China que tienen la capacidad y el conocimiento de localizar potenciales socios, distribuidores, importadores y canales de distribución en China. Ellos pueden hacer mejor y más eficientemente esas gestiones que de manera individual ya que el respaldo y la presencia de representantes de tu propio Gobierno en las negociaciones es muy valioso y respetado por el empresario Chino.
• Utilizar “market places” más pequeños especializados por regiones, ciudades y sectores que existen en internet además de los grandes más conocidos internacionalmente.

Hay una próspera clase media China que alcanzará los 500 millones de ciudadanos a partir del año 2030 y tienen entre sus prioridades y hábitos el consumo de productos internacionales que irá aumentando al mismo ritmo que su capacidad adquisitiva. Actualmente el turista chino es el número uno del mundo y el que más gasta lo que les permite personalmente probar y consumir en los distintos países sus mejores alimentos y bebidas locales que publicitan al mismo momento en sus redes sociales chinas con sus smartphones. Esto genera un aumento exponencial del conocimiento y del hábito del consumo entre los chinos a medio y largo plazo de los alimentos y bebidas internacionales.

El pequeño y mediano productor o empresario debe darse cuenta que el gran consumidor de los alimentos y bebidas del mundo en el siglo XXI es el ciudadano Chino que anhela probar y consumir habitualmente los productos internacionales de nuestros países.