Disciplina basada en la gracia, es aprender a responder a los hijos con amor, limites firmes evitando conductas inmorales y hábito en los hijos como la rebeldía, apatía o la pereza.
Sospechar o descubrir conductas inmorales que ya son hábito en los hijos o ver con nuestros propios ojos la rebeldía, apatía o aún la pereza, sacude el suelo debajo de nuestros pies y nos quita la paz.
La tarea es aprender a responder a los hijos con amor, límites firmes y disciplina basada en la gracia. De ninguna manera será una tarea fácil, pero en este caso, el resultado puede cambiar nuestra actitud en el proceso.
Estas son las lecciones para aprender:
RESPONDER EN LUGAR DE REACCIONAR Aprender a responder en lugar de reaccionar ante el mal comportamiento. Proverbios 15:28 … el corazón del justo piensa para responder.
Hay grandes diferencias entre responder y reaccionar ante una misma situación, He aquí algunas diferencias:
REACCIONAR | RESPONDER |
Es inconsciente | Es consciente |
Comunica un mensaje equivocado | Comunica un mensaje pensado |
Se toma como personalizado | Ve la realidad |
Se mueve en los extremos | Procura el equilibrio |
Es automático | Toma tiempo |
Generalmente afecta negativamente la relación | Generalmente cuida y hace crecer la relación |
Deja heridas, cierra corazones | Fomenta la confianza, afirma la autoridad paternal |
Los resultados de reaccionar o de responder son también diferentes.
Cuando reaccionamos corremos el peligro de afectar la relación, de afectar la persona, quebrantar el espíritu del hijo (Proverbios 15:4; 18:21), cerrar su corazón y dejar heridas.
Cuando respondemos, fomentamos la confianza, afirmamos la autoridad, nos identificamos con la persona para afectar el problema (Proverbios 15:28; 22:15).
RELACIONARSE EN LUGAR DE CONVIVIR SOLAMENTE. Como padres debemos construir intencionalmente una relación fuerte basada en el amor, la verdad y la gracia.
Reglas sin relación dan como resultado rechazo y rebeldía.
Debemos considerar los elementos básicos para desarrollar una buena relación:
- Tiempo, tenemos que pasar tiempo juntos, ser intencionales en eso. Viajar juntos, salir juntos, compartir un café juntos, pescar, cocinar, jugar, etc.
- Comunicación. Preguntas que muestren interés genuino. Disposición a ayudar, tener conversaciones sinceras, saber escuchar.
- Compromiso. Enfrentar juntos las dificultades en el nivel que ellos necesiten. Que sepan que nos interesan sus preocupaciones.
La relación de padre a hijo pasa por diferentes etapas, durante la niñez el padre debe ser el protector, la autoridad.
Durante la adolescencia el padre sigue siendo la autoridad, pero además debe ser el mentor, el entrenador, el que le alienta y enseña a tomar decisiones.
Durante la juventud, el padre es el consejero.
Durante la etapa de adultez, el padre es un amigo.
Son dichosos los padres que siguen siendo los héroes de sus hijos cuando ellos son adultos.
REGULAR EN LUGAR DE IGNORAR. Carácter = Responsabilidad.
Es la habilidad de responder apropiadamente a la autoridad y a los desafíos que enfrentamos en la vida.
Estos son algunos rasgos de carácter que debemos procurar que sean parte de la vida de los hijos.
Dignos de confianza | Humildad | Enseñables |
Obediencia | Amabilidad | Contentamiento |
Respeto | Autocontrol | Esperanza |
Amor | Cooperación | Fidelidad |
Honestidad | Gozo | Diligencia |
Perdón | Paciencia | Generosidad |
Tenemos que tener en mente que estamos construyendo un carácter con el cual va a enfrentar la vida cuando esté solo, bajo presión, bajo tentación, cuando le ofrezcan beneficios a costa de sus valores y su vida misma.
Un elemento que ayuda enormemente en la formación de un carácter piadoso son los límites bien establecidos. Los límites son leyes que gobiernan nuestro comportamiento y las expectativas que establecemos para nosotros mismos y para los demás.
Cuando como padres establecemos límites, nuestros hijos elegirán cruzarlos o permanecer dentro de ellos, entonces es el hijo el que elige la consecuencia o la recompensa.
El sabio Salomón dijo:
El prudente ve el mal y se esconde, más los simples siguen adelante y son castigados. (Proverbios 22:3, la Biblia).
REFLEXIONAR EN LUGAR DE REPROCHAR. Debemos aprender a descubrir los problemas más profundos detrás del comportamiento de los hijos. Proverbios 20:5, en la Biblia dice: como agua profunda es el consejo en el corazón del hombre, y el hombre entendido sacará de ese pozo.
Reflexionar acerca de las consecuencias, no solo negativas, sino también positivas.
Consideremos las siguientes clases de consecuencias:
- Elogios y recompensas. Elogiar es reconocer y alabar la acción o actitud, recompensar es premiar, es mostrar de forma práctica que se valora lo que hizo.
- Reprobación y castigo. Se define castigo como una cantidad mesurada de corrección, privación de algún privilegio o disciplina apropiada según la falta y administrada por un padre amoroso.
- Consecuencias naturales. Vienen sin nuestra intervención, simplemente son el resultado directo de la acción. Por ejemplo: si no estudia se aplaza, o si es irresponsable en cuidar sus cosas, las pierde, si hace trampa en un examen, será suspendido, aplazado.
CONCLUSIÓN. Una de las parábolas más conocidas en la Biblia es la del hijo pródigo (Lucas 15:11-32), en ella, se muestra al padre de familia, esperando todos los días el retorno del hijo menor, quien se fue del hogar y derrochó toda la herencia. El padre sabía que las consecuencias naturales ya estaban dejando a su hijo en la ruina, aunque ignoraba la condición de hambre, soledad y miseria que estaba viviendo. El día que el hijo volvió, indigno sin expectativas, le hizo receptor de la gracia demostrada con el abrazo, beso, ropa, y fiesta que su padre le hizo. Disciplina basada en la gracia es la propuesta de Dios a cada padre con hijos en rebeldía o esclavizados por el pecado.