Así que hubo una perfecta conjugación entre el Festival de las Linternas y el Night Market, que por tercera vez consecutiva, expone y vende exquisitos platos de la comida asiática. Para los 1.500 asistentes el primer día y los 3.000 aproximados en el segundo, degustar los sabores, las texturas, los aromas y colores de tan amplia y variada gastronomía fue todo un deleite, ya que la mayoría fue cocina en vivo.
Respaldando lo anterior, un platillo de la comida del medio oriente: los shawarma, fueron los primeros productos en agotarse a muy tempranas horas de las dos noches ¿Por qué? quizá por ser un alimento que tiene todos los ingredientes esenciales para una buena nutrición: carne asada, hortalizas y cereal pero también quizá por ser práctico, rápido y económico.
Otras delicias allí degustadas por el público fueron el Pho Gà (sopa de pollo vietnamita), las brochetas de camarón, los camarones en tempura, pollo al curry, sao de patita de puerco, hamburguesa de carne y muchos, muchos más.
Las pupusas, aunque son de origen salvadoreño, merecen su reconocimiento porque también fueran bastante consumidas por el público asistente. Entre las bebidas más apetecibles estaba el bubble tea. ¡Ah! Y en un evento como este, no pueden faltar los dulces, por ello doy mi reconocimiento al cono de vainilla con chocolate ¡qué delicia!
Iniciamos conociendo el propósito de nuestro Tercer Night Market en conjunto con el Festival de las Linternas y luego navegamos a las profundidades del gourmet asiático y de otros productos del sabor latino que realmente deleitan nuestro paladar. Pero ahora, quiero adentrarme en otro perfil de nuestro Night Market.
El despliegue de este evento se caracterizó también, por brindar espacios de diversión y entretenimiento al público asistente, a los patrocinadores, a quienes impartieron formación de prevención en salud como el MINSA, a otros entes gubernamentales como la policía y bomberos, al hospital de Brisas del Golf, representado a través del personal de ambulancia, a los participantes en sus respectivas toldas que aunque estaban muy concentrados en sus ventas se dejaron contagiar por la alegría que invadía el ambiente y por supuesto, a cada uno de los organizadores quienes realmente disfrutamos al máximo cada momento. ¿A qué se debió todo esto?
Es de conocimiento mundial que en un punto específico de Asia hubo mucha gente afectada por un virus que alarmó a muchos en Panamá, quizá por la gran población china que reside aquí. Aunque los organizadores recibimos sutiles presiones para cancelar el Night Market, nuestra responsabilidad y compromiso con toda la gente involucrada nos animó a seguir adelante. Una vez puesto en escena el evento, dejamos que se desarrollara de manera sana y saludable; y fue surgiendo del mismo, un tipo de humor inocente que apuntaba a divertir, entretener y producir alegría en las familias y en el público en general allí presente, sin riesgo alguno de ofender o escandalizar a ninguna persona. ¡Dios, muchas gracias!