Integración Clave para una mejor convivencia. Tanto nuestra particular y privilegiada posición geográfica, como la construcción de monumentales obras de infraestructura durante los siglos XIX y XX, como lo fue el Ferrocarril Transoceánico y el propio Canal de Panamá, respectivamente, han favorecido que nuestro querido Panamá, sea multiétnico (mestizos, blancos, asiáticos, indígenas y afrodescendientes) y pluricultural (anglosajona, china, árabe, judía, entre otras), lo cual se ve reflejado, tanto en nuestra música, gastronomía, arquitectura y folclor, como en el conjunto de costumbres y comportamientos de nuestra sociedad, que nos caracterizan y diferencian, aún de nuestros vecinos más cercanos.

Frente a los hechos previamente señalados, sería errado y hasta contraproducente, no tener esto en cuenta, tanto de manera general, como particularmente, en las comunidades sometidas al Régimen de Propiedad Horizontal, reguladas por la Ley 31 de 2010, ya que cada vez son más las personas, que optan por vivir en este tipo de complejos habitacionales, en aras de mejorar su calidad de vida gracias a la seguridad, el esparcimiento, entre otras razones.

Así pues, las promotoras y las Juntas Directivas y Administraciones deben hacerse eco de la diversidad étnica y cultural que nos caracteriza y enriquece, al momento de desarrollar y comercializar este tipo de comunidades y de elaborar los reglamentos del P.H.; Esto incluye a la comunidad china, especialmente, para fomentar y procurar la pacífica y harmónica convivencia entre vecinos, lo cual, de paso, constituye uno de los principales retos a superar en cualquier colectividad.

Ahora bien, en opinión de algunos Administradores y Juntas Directivas de P.H., ¿Cuáles son algunos comportamientos recurrentes de la comunidad china, que se traducen en faltas a las normas del P.H. y en quejas constantes por parte de otros vecinos? Por razones prácticas, nos enfocaremos en los más comunes, a saber:

1. Las alteraciones de fachadas, construcciones y/o remodelaciones, que no cumplen con las normas del P.H. y/o las normas exigidas por las autoridades competentes.
2. La tenencia y/o sacrificio de aves de corral para su consumo como alimento.
3. Las huertas en la parte frontal de la unidad inmobiliaria, así como el secado de carne.
4. Un alto tono de voz “…como si siempre estuvieran discutiendo…”

Si bien a todos los que viven en un P.H. les corresponde cumplir fielmente con la normativa legal y reglamentaria que regula los bienes comunes y privados de este tipo de comunidades, también es cierto que promotoras, juntas directivas y administraciones de este tipo de desarrollos, pueden jugar rol más proactivo en aras de gestionar y promover una mejor y mayor convivencia con los miembros de la comunidad china, más allá de algunos loables esfuerzos por traducir las normas y los comunicados.

Tan cierto es lo anterior, como la necesidad de que la comunidad china participe más de las reuniones, asambleas y demás actividades que se organizan dentro de sus respectivos P.H., lo cual acortaría el tiempo y facilitaría en gran manera, alcanzar la meta común de una mejor y mayor comprensión, integración y convivencia entre los miembros de todas las comunidades, sea cual sea su origen, etnia, costumbres o cultura.

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