PERDER A UN MIEMBRO DE LA FAMILIA Preparados para cuando llegue el momento
Ante un hecho inevitable como la pérdida de un miembro de la familia, sentimientos de dolor, tristeza, ansiedad e incertidumbre se presentan y nos toman desprevenidos. Es muy difícil para cualquiera de nosotros resignarnos a la situación, sin embargo, también nos enfrentamos a una serie de tareas para las cuales, muchas veces, no estamos preparados para afrontar.
En la mayoría de los casos no nos anticipamos a evaluar la gran cantidad de dinero que tenemos que disponer para cubrir los gastos mortuorios, para darle un sepelio digno a nuestros familiares. Si convivimos con adultos mayores debemos prepararnos para este día ya que a todos nos llega; es importante conocer que trámites hay que realizar y a dónde recurrir en ese momento.
Otro tema que la familia debe conversar, es ¿qué pasará con la o las personas que le sobreviven? Será necesario brindar orientación o apoyo, y observar si cuentan con todos los recursos físicos y financieros para sostenerse. Lo más recomendable es tener por escrito lo que le corresponderá asumir a cada uno, para evitar resentimientos familiares y procesos legales costosos, ya que poco a poco tendrán que ir adaptándose a vivir sin la persona que ha perdido.
Siendo este un momento difícil, se debe tener conocimiento de cómo proceder con los trámites de dar sepultura al difunto: preguntar cómo hacer la gestión para solicitar el certificado de defunción; si existe un testamento o declaración de herederos, cómo se va a proceder con los bienes, hacer un inventario, confeccionar una lista de reparto de los mismos, definir cómo y cuándo se hará ese reparto, y, si se requiere, hacer el trámite de sucesión. De los bienes que poseía el difunto, definir de qué tipo son, si propiedades, si dinero, si acciones, joyería, u otros.
Existen gastos adicionales que pueden surgir y que es probable se deban asumir antes de la repartición de los bienes: el pago del cementerio, el ataúd, la cremación, la velación, la publicación de una esquela, el traslado en el coche funerario, coronas de flores, servicio en la Morgue, desarrollo del Oficio Religioso.
Hay situaciones externas que es bueno saber si existen:
– Cuentas en el Banco, saber en que banco y como es el trámite para cerrar la cuenta y retirar el dinero.
– Deudas, estas no se heredan, los seguros del crédito cubren los saldos y tarjetas.
– Seguro de vida: conocer la aseguradora, donde debe hacerse la diligencia de presentar el certificado de defunción, así como los datos de sus beneficiarios.
– Acciones: redimirlas o transferirlas en primera instancia a su o sus beneficiaros.
Evalúe adquirir un paquete funerario que le incluya todos estos gastos y se ajuste a su presupuesto. Prepárese para que llegado el momento no agregue trastornos financieros a los de tristeza y dolor.