QUÉ EXIGE ACODECO EN UNA INSPECCIÓN DE METROLOGÍA «…Visitamos ACODECO para definir las exigencias con las que ellos quieren que cumplamos….»

Visitamos ACODECO para definir las exigencias con las que ellos quieren que cumplamos. Entrevistamos al Lic. Jorge Alberto Rodríguez, analista técnico de normas y metrología y con 20 años de estar sirviendo en la ACODECO.

Según nos comentó el licenciado Rodríguez, cuando algunos inspectores de ACODECO inspeccionan, verifica el peso del pan, del huevo, y los productos pre empacados y re-empacados, otros inspectores revisan la caducidad de los productos. Los casos de balanzas descalibradas representan 15% de las anomalías, mientras que la falta de información que dan las pesas y balanzas es el 40%.

ACODECO es la autoridad encargada de verificar las pesas y balanzas, y cada balanza debe tener un certificado de calibración con vigencia de 6 meses.

Hay diferentes tipos de balanzas según su uso. También varían por su capacidad máxima, y el margen de error. Específicamente, hay 4 clases de balanzas, las más utilizadas son las de Clase 3 que son de exactitud mediana y corriente, son electrónicas. Costo aproximado $80/100 Premier; Cas $300, Mittler Toledo $300; Kretz $300+impresora $200, Systel por $175. Equipos con marcas chinas y mucho más sencillas van desde los $95. Se debe procurar equipos con pantallas que muestran el peso y el costo tanto al cliente y como al vendedor.

Según Acodeco el certificado de calibración de esa balanza tipo 3 debe costar entre $ 25 y 60, de acuerdo al Reglamento Técnico 37 del 2002 “Metrología para Pesar No Automáticas”, pero reconocen que algunas empresas que venden los equipos abusan en el costo de la certificación.

La balanza de Clase 4 es de exactitud baja, son aquellas que están colgadas en los mercados, cuyos costos oscilan entre 18 y 25 dólares; las Detecto cuesta $95. Para el estado, de conformidad para julio de 2019 aproximadamente, las balanzas Clase 4 no se podrán usar para la ventas en el comercio, porque son herramientas cuya precisión es fácil cambiar, ajustando un tornillo.

ACODECO exige que toda balanza tenga la información básica: capacidad máxima, el margen de error, marca, modelo y clase y que concuerden en las unidades de medición, en libras o kilogramos / en español, hay equipos que usan libras y kilos.

En el caso de las balanzas que cuelgan o Clase 4, si ACODECO verifica su pesa y no pasa la prueba, ellos la retiran y el paisano tiene 5 días para presentarse en las oficinas de ACODECO y calibrar. Ya probada la calibración entonces la puede recuperar. Si no pasa la calibración se destruye el equipo. El solo hecho de que ACODECO la retire, significa que tendrá que pagar una sanción.

En el caso de las balanzas Clase 3, las electrónicas, a la que no pase la prueba de ACODECO, le levantan un acta y le pegan una calcomanía de advertencia y le dan 5 días para que llamen al que se la vendió para que se la calibren, limpien o den mantenimiento. Cuando ACODECO regrese, van a verificar el certificado de calibración. Si no lo tiene, la ACODECO retirará su balanza Clase 3 y un técnico autorizado deberá pasar a calibrar en las oficinas de ACODECO.

Lo curioso es que en el manual de uso de los equipos SYSTEL, recomiendan que verifique la calibración cada año. Igual dice que su frecuencia de calibración dependerá de la frecuencia de uso, condiciones y exigencias en que se encuentra operando.

El problema típico que pasan nuestros paisanos es no tener las balanzas en buen estado, limpias y libres de plástico en las plataformas. Las balanzas Clase 4 tienen que estar limpias y lubricadas, con su vidrio de protección. Y se descalibran por el uso.

Para ACODECO es una falta NO TENER EL CERTIFICADO DE CALIBRACIÓN, y conlleva una multa. El funcionario entrevistado no nos pudo informar de cuánto es el monto de la multa. Además, quieren que se especifique la información en los productos de re-empacado. Por ejemplo: La docena de huevos grande debe pesar más de 680 gramos; al re-empacar quieren que les brindemos al consumidor el peso de la comida, ya sea, arroz, maíz o comida de perros.

Desafortunadamente, observamos que eso mismo no lo exigen en los mercados de abastos, donde nos venden los manojos de culantro o berro por dos dólares y no tienen ni etiqueta, y tampoco el peso. Y vemos que más se le exige en el negocio de nuestros paisanos, mientras que en el mercado informal no hay consistencia en la exigencia de pesos y balanzas.

El señor Miguel Quijano de Servitec nos dio un consejo: “Si tiene varias pesas, consiga una “masa fiel” para que todos los días, antes de comenzar a trabajar, verifique si sus pesas se han descalibrado. Si encuentra una de ellas, la retira y la manda a calibrar”.[/vc_column_text][/vc_column]