Mi experiencia en la secundaria
Por Samuel Carles
Cuando vienen a mi mente las inolvidables memorias de mis compañeros, mis maestros, durante mi período como estudiante en PCA, no puedo dejar de meditar en lo importante que fue esta etapa de mi vida y su impacto para mi actual presente. A través de una educación fundamentada en la palabra de Dios, PCA me preparó para afrontar el mundo valientemente, pero a la vez con la compasión y el servicio a lo demás que tanto recalcó El Señor en sus sermones.
Fue quizás la lección más valiosa que pude aprender de mis profesores y mis compañeros. No obstante, con una educación integral, abarcando diferentes ámbitos, académicos y extracurriculares, PCA me permitió desarrollar la mayoría de las habilidades que poseo ahora; tuve la oportunidad de desarrollarme no sólo como estudiante sino también como individuo, explorando múltiples clubes estudiantiles y actividades extracurriculares como el debate, la robótica, la música, e inclusive el servicio a la comunidad en el club bíblico de la escuela.
Todas estas experiencias combinadas, no sólo me han preparado para ser un joven competitivo en un mundo tan globalizado como en el que vivimos, sino que también me han permitido soñar más allá de las metas que tenía planeadas para mi educación superior e imaginarme, Dios primero, estudiando en el extranjero.
Si algo me han enseñado mis profesores es que somos seres ordinarios, pero tenemos un Dios extraordinario que sobrepasa todos nuestros pensamientos y nos concede mucho más de lo que jamás podríamos soñar.