EMPRESARIOS DE LA ETNIA CHINA DE SEGUNDA GENERACIÓN. fueron los primeros chinos que llegaron a Panamá en 1854, vinieron con un fin: la construcción del ferrocarril.
Eran personas pobres y agricultores, que se fueron transformando en verdaderos emprendedores de negocios exitosos. Hoy ocupan un puesto importante en la economía de este País. Pero hay un problema: Están estancados con una pequeña porción del mercado, que genera lo suficiente para mantener y sustituir a su dueño, pero pocos conocen la ampliación estratégica de crecimiento como: nuevos locales, franquicias o alianzas. En los negocios familiares, los padres, desean que sus hijos hereden el negocio o les ayudan a iniciar un negocio para que formen una familia.
Algunos prefieren que sus hijos se eduquen para que tengan los conocimientos básicos y luego sean propietarios del negocio familiar. Otros prefieren que sus hijos reciban una educación superior en el extranjero, para que luego se encarguen del negocio familiar.
Para lograrlo se debe iniciar con un plan o programa familiar que reúna, valores, expectativas, y separar los aspectos familiares del negocio. Para ser un buen administrador de un negocio se necesita de cuatro a seis años de proceso gradual, para captar funciones y responsabilidades. Es muy muy importante establecer relaciones profesionales extensas (Guanxi), a través del trabajo en grandes corporaciones o negocios ajenos, para adquirir experiencia laboral en otro sitio.
Hay que adaptarse cada día más a un mundo global, es un desafío globalizarse y confiar en su propia gente, la gente que les resulta familiar. Crear un negocio familiar sin una familia, que tenga un plan de sucesión en el que prime el buen colaborador y de más antigüedad, como si fuera familia. En cuanto a sus propios hijos, déles suficientes fondos para que monten su propio negocio.
A la segunda generación les invito, a que sigan el ejemplo de sus padres e inicien como lo hicieron sus progenitores, desde la base y siendo fuertes competidores.
La mayoría de las empresas surgen como un proyecto familiar y, en algunos casos, crecen y toman un tamaño de importancia que las obliga a que el manejo de la empresa sea profesional. El hecho de ser familia no es obstáculo hacia la profesionalización y la constitución de un equipo gerencial con profesionales que no pertenecen al seno familiar. Se debe establecer políticas salariales que les corresponden tanto a empleados que son miembros de la familia como aquellos que no lo son.
Todos los negocios exitosos que logran crear valor a través del tiempo suelen tener políticas muy claras que regulan la acción y la relación entre los dueños, empleados y la compañía.
La educación universitaria, local o extranjera, no califica de inmediato para manejar las riendas del negocio familiar. Es importante reunir de una forma práctica e integral la administración, el conocimiento de todos los niveles de su organización, incluyendo el nivel operacional y financiero que es el corazón de la empresa.
Por lo tanto, sin perder valores, hagamos las cosas más institucionalmente, buscando la tecnología, la innovación, la internacionalización y los nuevos productos.