Todos los ciudadanos, por nuestra naturaleza, estamos orientados a relacionarnos y a vivir en comunidad. Pero toda comunidad necesita una organización especial, llamada gobierno que ejerce poder sobre los ciudadanos. Ese poder se encuentra, con sus limitantes, en la Constitución Política de nuestro país, que es la que contiene las reglas del juego. Dicha constitución define y establece las facultades y competencias de cada uno de los poderes que controlan el gobierno como los son el Ejecutivo (quien administra el Estado), el Legislativo (quien crea leyes) y el Judicial (quienes resuelven los conflictos que surgen entre las personas).
Es verdaderamente notable la necesidad de reformar la constitución, ya que la actual empeorará los problemas sociales y económicos que azotan al país. No existe una democracia y justicia que respete el peso y contrapeso de cada órgano del Estado. El de generar una nueva Constitución no va a terminar de la noche a la mañana con el abuso de poderes, la corrupción, la deficiencia educacional, el clientelismo, o la impunidad delincuencial, pero puede enrumbar a Panamá en ser más democrático e institucionales, gracias al involucramiento de los ciudadanos como es conocida la participación ciudadana.
Existen dos vías para cambiar la Constitución que son la originaria y la paralela. La originaria viene de las aspiraciones masivas del pueblo. Ejemplo de ellos ha ocurrido cuando hubo Golpe de Estado. Y también está la paralela, que es la ruta más democrática donde es convocada por el Ejecutivo o por iniciativa ciudadana. Luego se eligen a 60 representantes de la sociedad donde debe recoger no menos de 581 mil firmas en un periodo de meses. En estos momento ha surgido, por iniciativa ciudadana, un movimiento llamado “Movimiento Panamá Decide”, quienes tendrán un objetivo de impulsar una constituyente paralela, y se espera que en el mes de abril puedan iniciar con la recolección de firmas.
Entre algunos de los cambios solicitados por los ciudadanos está el de prohibir la reelección de los funcionarios elegidos por elección popular, el de enfrentar el cambio climático como deber de Estado, crear un Tribunal Constitucional, el establecimiento de la revocatoria de mandato, independizar a la Caja de Seguro Social y elevarlo a título constitucional.
De verdad esta es una decisión ciudadana, nosotros tenemos el deber de elegir que queremos para nuestro país.