Lo Importante es Hacer las Cosas Bien

最重要的是要把事做的好

No te digo nada, no porque no me guste, sino porque siento que puedes hacerlo mejor; no te digo nada porque no quiero que te estanques con mis halagos que no contribuyen a tu crecimiento, lo importante es hacerlo bien sin importar lo que te digan los demás”

Lo Importante es Hacer las Cosas Bien. Me acuerdo cuando mi madre me llevó por segunda vez a visitar a mi abuelito, Poon Tad, que vivía en Hong Kong, en el año anterior de su partida, 1997.  En ese tiempo, mis padres estaban divorciados y no se hablaban. Esos fueron los tiempos más difíciles de mi vida, pero a la vez los más didácticos para mí.

Recuerdo que aprendí a cocinar alitas con salsa china y lo hacía todo el tiempo para que mi abuelo y mis primos comiéramos juntos en casa. Mi primo siempre terminaba las alitas y me decía que me quedaban deliciosas. Pero yo no quería escuchar halagos de mi primito, sino de mi abuelo; porque sabía que él tenía mejores gustos, y como yo era inmadura, desde chiquita, siempre quería que mis mayores me alargaran diciéndome que estaba haciendo las cosas bien para sentirme bien. Estaba frustrada porque mi abuelito nunca me decía ninguna palabra sobre mis alitas, que siempre me quedaban deliciosas, y hasta que un dia no aguanté más y le pregunté a mi abuelo que por qué  él nunca comentaba sobre mis alitas y esto fue lo que me contestó: “Si no te digo nada, no es porque no me guste, sino porque siento que puedes hacerlo mejor, no te digo nada porque no quiero que te estanques con mis halagos que no contribuyen a tu crecimiento, lo importante es hacerlo bien sin importar lo que te digan los demás”. Con esta enseñanza que me inculcó mi abuelo, puedo decir que él fue el culpable de porqué soy tan dura conmigo misma o, a veces, pienso que no estoy haciendo las cosas lo suficientemente bien en todas las áreas de mi vida. Pero él me enseñó algo muy importante, no importa lo que te digan los demás, lo importante es cómo te sientes tu misma, si eres feliz con lo que haces, pues a seguir haciéndolo, hasta que se perfeccione con las prácticas y el paso del tiempo.

Me acuerdo cuando mi madre me llevó por segunda vez a visitar a mi abuelito, Poon Tad, que vivía en Hong Kong, en el año anterior de su partida, 1997.  En ese tiempo, mis padres estaban divorciados y no se hablaban. Esos fueron los tiempos más difíciles de mi vida, pero a la vez los más didácticos para mí.

Recuerdo que aprendí a cocinar alitas con salsa china y lo hacía todo el tiempo para que mi abuelo y mis primos comiéramos juntos en casa. Mi primo siempre terminaba las alitas y me decía que me quedaban deliciosas. Pero yo no quería escuchar halagos de mi primito, sino de mi abuelo; porque sabía que él tenía mejores gustos, y como yo era inmadura, desde chiquita, siempre quería que mis mayores me alargaran diciéndome que estaba haciendo las cosas bien para sentirme bien. Estaba frustrada porque mi abuelito nunca me decía ninguna palabra sobre mis alitas, que siempre me quedaban deliciosas, y hasta que un dia no aguanté más y le pregunté a mi abuelo que por qué  él nunca comentaba sobre mis alitas y esto fue lo que me contestó: “Si no te digo nada, no es porque no me guste, sino porque siento que puedes hacerlo mejor, no te digo nada porque no quiero que te estanques con mis halagos que no contribuyen a tu crecimiento, lo importante es hacerlo bien sin importar lo que te digan los demás”. Con esta enseñanza que me inculcó mi abuelo, puedo decir que él fue el culpable de porqué soy tan dura conmigo misma o, a veces, pienso que no estoy haciendo las cosas lo suficientemente bien en todas las áreas de mi vida. Pero él me enseñó algo muy importante, no importa lo que te digan los demás, lo importante es cómo te sientes tu misma, si eres feliz con lo que haces, pues a seguir haciéndolo, hasta que se perfeccione con las prácticas y el paso del tiempo.

Otra cosa que me impresionó fue lo que dijo mi abuelo el día que mi madre y yo nos regresamos de Hong Kong a Panamá, mi abuelo me dijo: “Brenda necesito hablar contigo, y es muy importante que escuches y entiendas esto con empatía, tú vas a ayudar a tus padres a unirse nuevamente y una vez que ellos estén juntos nadie ni nada del mundo volverán a separarlos.”

Cuando quedé de Segundo lugar en Vive la Música en el año 2007, exactamente diez años después del divorcio de mis padres, vi con mis propios ojos, hacerse realidad todo lo que mi abuelo me había dicho diez años antes, mis padres efectivamente se reconciliaron por la gracia de Dios y de TVN por darme 2 boletos para que mis padres pudieran asistir a todas las 11 galas para apoyarme hasta el final del programa.

Soy la persona más afortunada del mundo por haber tenido al mejor abuelo del mundo, aunque solo conviví tres meses con él durante mi segundo viaje a Hong Kong.

Las cosas más lindas y valiosas del mundo no son tangibles, si somos pacientes y sabemos escuchar a los demás tenemos el privilegio de recibir mucha sabiduría sobre lo bueno, que nos da poderosas armaduras para enfrentar la vida y vivir una vida plena, significativa pero con propósito.

Brenda LauLo Importante es Hacer las Cosas Bien

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